Rápida sigue sin rumbo la vida.
Entre grandes alegrías y penas
los huecos de la existencia llenas.
Es obvio, pronto será tu partida,
la muerte te dejará sin salida
y te encontrarás entre las cadenas
del olvido, del llanto, con centenas
de lágrimas; la esperanza perdida.
Y si a pesar de la nula esperanza
decides no estar tendido en la cama,
tendrás que hacerlo a la antigua usanza:
creer que no te consume la fría llama
de la existencia; que apenas te alcanza
para encontrar y perder a quien te ama.
08 enero 2011
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