Todo amor es un símbolo
sin descifrar,
Y largas notas y
días para asimilar.
Si tuviera una
pluma, te escribiría.
Si tuviera más
imaginación, te dibujaría
En hojas de cristal para destrozar.
¡Y pobre de ti si tuviera
un cuchillo para cortar!
Pero si tuviera más
juicio, no lo negaría.
Que si yo tuviera
una casa, te recibiría;
Y si lloviera, en
ella te resguardaría;
Que si quisieras sombra, allí te ocultaría.
Si fuera un buen
viajero, ya te habría encontrado,
Y en cada nuevo
cruce, mil veces te habría saludado.
Si fuera un custodio,
te vigilaría;
Mas si fuera cazador,
no te cazaría.
Si fuera un
sacerdote, como una oración,
Con la lengua entre
los dientes, te pronunciaría.
Si fuera un
sacerdote, como un salmo secreto,
Con las manos en la
boca, te cantaría.
Si tuviera brazos
fuertes, te constreñiría;
Si tuviera labios afanosos,
te agotaría;
Si mi
lengua fuera buena, te hablaría;
Si mis palabras fueran dulces, te detendría;
En la esquina de
la calle yo te retendría;
En una cruz
cualquiera yo te clavaría.
Y, al contrario,
como un ladrón o un asesino,
Vengo de noche para
hallarme en tu camino,
Para robarte el
paso, el paso y la figura,
Y amarlos de noche,
cuando el sueño perdura.
Y amarte a todas
horas, horas, horas,
Y matarte al albor
de otro amor.
Y amarte a todas
horas, horas, horas,
Y matarte al albor
de otro amor.
Porque el amor es un
símbolo sin descifrar
Y largas notas y
días para calcular
Si todo el amor es
un signo de adivinación.
Perdona si no tuve
el tiempo de aprender,
Si yo no tuve el
tiempo de aprender.
18 marzo 2013
(Traducción libre de 'Carte da decifrare', Ivano Fossati)
No hay comentarios:
Publicar un comentario