Música

martes, 28 de febrero de 2012

DELIRIO 53

Comienzo el día sin algarabía,

después de un sueño sórdido


y atroz –repleto de letanías–;


lluevo plegarias sin voz


al crótalo para cerciorarme 


de que impía quede mi alma –en un mar de yesca


viajando en un tiovivo hasta golpearme contra el alabastro–.


Termina el día y éste pierde


su color azul zafiro, inundado


de cárcamo y arcilla.


Febrero 2012

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