A Pablo Guerrero
¿Cómo te vas a vestir
Cuando vengas por mi muerte?
¿De qué te vas vestir
Cuando vengas por mí, Muerte?
¿Usarás traje y corbata,
Tu capa y sombrero verde?
¿O usarás el adornado
Atavío de otras pieles?
Cuando vengas por mi muerte?
¿De qué te vas vestir
Cuando vengas por mí, Muerte?
¿Usarás traje y corbata,
Tu capa y sombrero verde?
¿O usarás el adornado
Atavío de otras pieles?
Muerte, avísame con tiempo,
No vayas a sorprenderme;
Si tú llegas a mi casa
Un día oscuro, silente,
Llama a la puerta primera,
Toca la puerta tres veces,
Así sabré que eres tú:
Mi tierno amante inerte.
No vayas a sorprenderme;
Si tú llegas a mi casa
Un día oscuro, silente,
Llama a la puerta primera,
Toca la puerta tres veces,
Así sabré que eres tú:
Mi tierno amante inerte.
Saldré a recibirte yo
–lo haría con claveles,
Pero qué importan las flores
Si es a mí a quien tú quieres–,
Con negro traje de gala
Y zapatos que resuenen,
Que resuenen en la calle
Donde ecos y gritos mueren.
–lo haría con claveles,
Pero qué importan las flores
Si es a mí a quien tú quieres–,
Con negro traje de gala
Y zapatos que resuenen,
Que resuenen en la calle
Donde ecos y gritos mueren.
Ay, el grito cae en el ruido.
Ay, el ruido que enmudece
Cuando pasamos tú y yo
Caminando en los andenes,
En los de Cuatro Caminos,
De donde salen los trenes
Hacia los confines del mundo
–Donde el mundo entenebrece–.
Ay, el ruido que enmudece
Cuando pasamos tú y yo
Caminando en los andenes,
En los de Cuatro Caminos,
De donde salen los trenes
Hacia los confines del mundo
–Donde el mundo entenebrece–.
Allí tomarás mi mano;
Sentiré el olor del éter,
Me rodearás con tus brazos,
Me abrazarás sutilmente
Y me impregnarás de olvido;
Seré yo el que desvanece
Hasta perder el aliento;
Harás que nunca recuerde
El paso del instantero,
Para ya quedarme inerme
Ante caricias de vidrio,
Que poco o nada me duelen.
Sentiré el olor del éter,
Me rodearás con tus brazos,
Me abrazarás sutilmente
Y me impregnarás de olvido;
Seré yo el que desvanece
Hasta perder el aliento;
Harás que nunca recuerde
El paso del instantero,
Para ya quedarme inerme
Ante caricias de vidrio,
Que poco o nada me duelen.
¿Será que ya estoy dormido?
Tal vez la Vida sí muere
Mientras la Muerte la vela,
Como el amante que quiere
Y niega el atroz destino,
Pensando que el amado duerme
Solamente que tendido
En un lecho de laureles.
Tal vez la Vida sí muere
Mientras la Muerte la vela,
Como el amante que quiere
Y niega el atroz destino,
Pensando que el amado duerme
Solamente que tendido
En un lecho de laureles.
Cuidando mi sueño eterno;
Y yo sin estremecerme
–Y yo sin estrés mecerme–
En tus fríos brazos, Muerte.
28 octubre 2011
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