Música

jueves, 22 de septiembre de 2011

APENDICITIS

Un ser querido hablando conmigo, anestesiada:


"Comienza el día y estoy en penumbra,
únicamente existe la oscuridad
ahora que me encuentro entre sombras,
me rodean. Buscan algo dentro de mí.
Lo siento, aunque duermo todavía percibo
el hediento olor de mi cuerpo.
Las sombras siguen a mi lado, quieren entrar
en mí y no lo puedo impedir. Me domina
la noche, me dominan sus caricias punzo-cortantes.
De mi cuerpo brotan gotas de color carmesí,
y las sombras se cuestionan sobre el dolor.
Quisiera responderles que el dolor no existe
pero el pánico de sentir dormida me convierte
en muerto-vivo. 
Pasa el tiempo ahora eterno y efímero para mí,
no sé en qué momento la noción perdí; 
las sombras buscan algo dentro de mí.
Creo en lo místico y lo divino, 
en el hastío y en el olvido.
La esperanza me ha abandonado.
Alguien espera que su vida vuelva a ser,
y no soy yo.
Es el destino, vivir mientras muero y siento;
ya muerto sigo sintiendo. El hado es funesto.
Mi vida, o mi muerte, es una casualidad;
que tengo que morir para vivir y amar,
esto se asemeja al azar que triste 
y cabizbajo va, tomando vidas por doquier.
Prefiero descansar en un sommier. 
Y las sombras aún están 
buscando en mí ese mal.
¡Sáquenlo ya!
Quiero despertar, amar, sufrir, reír, llorar,
que este estado no me permite disfrutar
de mi vida ni de mi muerte.
Sé fuerte, corazón, algún día despertarás,
cuando las sombras desaparezcan 
y la obscuridad se ilumine de ti, por ti."


Siempre se encenderá una luz
en la adversidad.
La luz se reflejará en el mar de tu llanto. 


29 mayo 2010

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