Música

domingo, 23 de octubre de 2011

DELIRIO BREVE

De pronto cae la noche. Ya la esperaba. Es por eso que no me ha vencido el sueño y sigo despierto. Dejo la cama y me dirijo al cuarto de baño para mirarme al espejo, pero no está. Ahora tengo frente a mí una figura informe que no reconozco. Es el reflejo del agua de un río desconocido. pero allí está mi sombra. Lo sé bien. Estoy perdido en una selva, o un bosque, o un vaso de agua. Mi vida alguien la llevará a un lugar donde mi sombra pueda reunirse con un cuerpo ajeno al mío en la obscuridad: como tomar un vaso de agua alguien toma mi vida.
Estoy adentro, ¿pero de qué?
Deseo encontrarme, ¿pero dónde?
Necesito amar, ¿pero a quién?
Preguntas al azar. Preguntas sin contestar.
Entonces veo el resplandor de la luz solar. 
O, ¿acaso ya no puedo mirar?
Me perdí de vista.
Me perdí de gusto.
Me perdí de olfato.
Me perdí de tacto.
Sin embargo, sigo escuchando rumores, dicen que sigo aquí dormido, esperan que despierte a la vida, pues mi sueño me matará ya que parece tan real que las heridas por amores pasados se abren de par en par. Seguirá resbalando sangre sobre mi piel, en sueños y en la realidad. por muchos años más.
Mi despertar es tan certero como el azar. Un día muero y otro anhelo que vuelva a respirar. La noche en primavera me causa malestar. Es por eso que decido no esperarte más: iré contigo. Seguiré tus pasos. Tu luz. Tú, mi día, Mi alegría. Mi agonía. 

10 agosto 2010

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