Música

lunes, 16 de abril de 2012

EL PROBLEMA NO ES CONTIGO

El problema no es contigo, Elena, 
ni con tu puto novio,
ni con tu indiferencia cuando paso a tu lado,
ni con tu completa ignorancia sobre mis sentimientos,
ni con tu frondosa frente fresca y el efecto que esto produce,
ni con tu vista cenagosa y nublada y recubierta de plástico rojo,
ni con tus ojos que nunca he visto de frente,
ni con tu nariz de águila calva,
ni con tus exquisitos labios,
ni con tu sonrisa más gratuita que el agua y la nieve de limón
    con chía el día de la Virgen de Dolores en Guanajuato,
ni con tus pómulos y ojeras ausentes,
ni con tu cuello de cisne blanco torcido,
ni con tus hombros nimios,
ni con tus manos que tocan otras manos que no son las nuestras,
ni con tus uñas que de qué color las tienes pintadas,
ni con tu desagraciado pero núbil pecho,
ni con tu deleitoso talle que toma el imbécil citado en el segundo verso,
ni con tus caderas que acaparan toda mi alegría,
ni con tus piernas como líneas paralelas que no se juntan donde deberían,
ni con tus exacerbados pies,
ni con tu altura infinita,
ni con tu parsimonioso caminar sobre el pavimento mojado,
ni con tus posibles enfermedades congénitas y venéreas,
ni con tu preferencia de la comida que todavía no te pregunto,
ni con tu gusto por encima de todo por Yeats y por Marlowe,
ni con tu cabeza de brócoli, esos resortes metálicos y negros de tus cabellos;
ni siquiera con mi férrea repugnancia hacia el brócoli y el cabello rizado.
El problema es conmigo, Elena, que no me atrevo a hablarte. 


16 abril 2012

1 comentario:

  1. algún día quiero escribir como tú. Con esa facilidad con esa imaginación o lo que sea que uses.

    ResponderEliminar