Los fantasmas de mi voz están – algunos atrapados – entre la tinta de esta pluma y la blancura de estas hojas... Suponiendo que estoy escribiendo con tinta sobre hojas blancas.
Silente mi ser masculla;
el felino ya perece,
mudo él entre la bulla,
mi silencio le adormece.
El gato que no maúlla.
El gato que no obedece.
Es el viento el que lo arrulla,
es mi gato el que fenece.